POST Nº 2: Ajos, Cebollas y Ehretistas Maniáticos

Me preguntaba una compañera por mi opinión sobre el ajo y la cebolla, y al contestarle me ha salido un post interesante, así que aquí va.

Efectivamente el ajo y la cebolla tienen sulfuro de alilo. Qué es una forma de azufre tóxica para los humanos, aunque a su vez, al ser un azufre algo de efecto fúngico (desparasitador) deberían tener, aunque la verdad que la cantidad que contienen es muy baja.

Lo cierto es que, mientras unos naturopatas aprovecharon ese componente para abanderarlos como “medicamentos naturales”, los higienistas americanos se pusieron en pie de guerra contra ellos.

Para mí forma parte de la transición como aliño. Yo sí como cebolla cruda o ajo crudo, me sienta fuerte y a veces un poco desagradable, y aun así me agrada su sabor todavía, no tanto como antes, pero tengo claro que es cuestión de tiempo.

Ehret usaba las “cebollas de verdeo”, como un buen aliado para soltar moco. No son ni mas ni menos que cebollas tiernas, pero no esas que vienen en manojos de tres en España con sus hojas y todo y que aun no están secas. No son las que nacen en manojos, mas tiernas aun, que se comen crudas muy muy tiernas.

En mi ciudad son muy típicas. Mi madre me las ponía ya de muy niño junto con el plato de comida, así como un buen rábano rosado. No recuerdo haber comida nunca paella sin que la acompañara la cebolla de verdeo y el rábano. Además, eran mucho mas emocionantes de comer en mi caso particular, no solo porque me hice vegetariano estricto de muy joven, sino porque además casi siempre procedían de nuestro huerto, que mi padre, mi abuelo materno y yo, cultivábamos con mucho cariño, en el mismo lugar donde llevo yo ahora viviendo casi 25 años.

En la transición puedes y hasta debes usarlos a menudo para hacer agradables y llevaderas tus comidas diarias. Luego cuando mas adelante te dejen de apetecer, tú mismo iras reduciendo su uso sin darte cuenta. Antes era muy habitual en mi ponerle ajos crudos ala mayonesa al batirla. Ahora prefiero añadirle tomate crudo. Pero este proceso de ir renunciando a las cosas por que ya no te las va pidiendo el cuerpo no puede ser racional, a lo David Gil, que a los dos años de dieta ya se comía la patata de postre sin sal ni aceite, por que había leído en el libro de Ehret que llegara un momento que su cuerpo ya hasta detestara la sal de mesa. Y las ensaladas sin aliñar por esta misma razón. Luego se dará la hostia padre contra la realidad de su propia toxemia, y acabara comiéndose cuarenta bocadillos de pan blanco con queso curado.

Las manías son extremadamente peligrosas durante la transición. Las prisas ídem de lo mismo. El “acelerando y frenando” que nos decía Ehret en su libro, quiere decir, sobretodo en el mundo actual, que unas veces te veras en la tesitura de radicalizar mas la dieta, y al día siguiente puede que te tengas que comer un huevo con patatas fritas para tratar de parar el peligroso veneno que se acaba de disolver. Esto fue algo que aprendí de la lectura de “La historia de mi vida” de Ehret. El mismo no se corta en contar como iban super estrictos y radicales en la dieta él y su amigo, y luego no se cortaban en jactarse a vermicelli en Italia o pastelitos árabes en el norte de Africa. Claro que algunos se ríen de que yo afirme el que hay que saber leer entre lineas en los libros de Ehret, para darse cuenta de muchas cosas importantes. Se ríen diciendo que cuando leen entre lineas en los libros de Ehret, lo único que ven son espacios en blanco. Y tienen razón, ellos ven solo eso, porque son muy corticos de coeficiente intelectual, les falta materia gris, para situarse en el contexto que vivió Ehret y darse cuenta de lo que en realidad trataba de decir con sus escritos.

Hay multitud de información leyendo entre lineas en los textos de Ehret. El fracaso de todos sus seguidores a lo largo de todos estos años, en los que ha sido uno de los libros mas vendidos y mas importantes de la historia del naturismo, ha estado precisamente en eso, en no saber leer entre lineas, en no saber captar la verdadera naturaleza del mensaje Ehretista,

Encima algunos renegados de mis enseñanzas, pretendían que el señor Spira les iba a resultar mucho más provechoso que mis enseñanzas, porque les daba libertad para comer frutas con sus cuerpos intoxicados. Hasta la hereje del Ehretismo, señorita Irene Bueno, llego a decir que la interpretación de Spira era la mejor que había visto de Ehret. Cuando el tipo afirmaba, contrariando a Ehret, que las legumbres “eran débilmente formadoras de mucosidad” o que los zumos de tetrabrik “eran formadores de acidez”, entre otras barbaridades garrafales.

Cualquier persona razonadora, solo con ver la apariencia estética del citado individuo, tiene mas que suficiente para darse cuenta de las características del mismo y de lo erróneo de su interpretación, Pues si fuera tan certera su interpretación, como afirmaban, y si como afirmaban los contrarios a mi, era el que verdaderamente se ceñía a lo que dice en el libro de Ehret, ¿Por qué después de tantos años aun no se ha limpiado? Cuando en el libro el mismo Ehret afirma que en tres años de hacer las cosas bien podrías conseguirlo.

Solo hay que ver la apariencia ridícula de su supuesto maestro en Ehretismo, el autodenominado “Brother air”, que dista muchísimo de ser un ejemplo de salud física y más aun psíquica. De hecho, la apariencia física de ambos, Spira y Brother air, es la típica de las personas que hacen apología de la marihuana. Con las mismas vestimentas al mas puro estilo Bob Marley, el cual murió de cancer bien joven. Resulta muy sospechoso el hecho de que ambos individuos vayan día y noche con gafas de sol. Yo para mí no quiero salud de esa que ellos tienen. Prefiero seguir en lo mío.

En fin, unas tiricas de cebolla en la ensalada, unos ajitos en los salteados de champiñones o en los pistos, etc. o en la mayonesa, y a disfrutar de este largo y tedioso camino de “Limpiar el cuerpo en atención al alma”.

No estamos en esto para llegar a comer solo frutas. Estamos en esto para llegar a tener salud verdadera, que es la llave exclusiva para eso que llaman felicidad, y de esa forma ser verdaderamente libres.

Luz de Amor, dIEGO cONESA, El Eco.